Aunque se acepta universalmente que actualmente es poco probable que se desate un conflicto terrestre abierto entre las mayores potencias del mundo, los generales estadounidenses se dan cuenta de que no están preparados para esa hipotética situación.
Por más grande que sea su experiencia en las operaciones de conntrainsurgencia, afirma Kris Osborn en su artículo para The National Interest, deberían estar preparados para los conflictos con alguien "de su tamaño".
Además, según el periodista "el mundo se hace cada vez más urbano y más armado con tanques y armas de producción rusa o china", explica el artículo, lo que conduce a que una vez Washington intente meterse en algún otro conflcito tendría que contrarrestar a los ejércitos más potentes y armados con un material bélico sofísticado.
"Pakistán está equipado con los tanques chinos Type 85- IIAP, Irán tiene los blindados rusos T-72S. Aún los países más pequeños como Bangladesh tienen tanques chinos… Cuba, India y Libia gozan de los vehículos rusos", constata el artículo.
Por lo tanto, el Ejército estadounidense reorienta el foco de atención y ahora se ha embarcado en ejercicios a gran escala y de "fuego real" para contrarrestar las armas más sofisticadas de sus eventuales enemigos.
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Las armas de alta precisión estadounidenses que ya han pasado con éxito la prueba de Afganistán e Irak, ahora se preparan para un supuesto conflicto. Se trata, por ejemplo, de Excalibur, una munición inteligente, guiada por sistema de GPS, para obuses calibre 155mm, que es capaz de eliminar objetivos a 30 km de distancia.
Otra innovación militar es el verdadero auge de los drones, como unas de las armas principales que tiene a su disposición la Fuerza Armada de EEUU. Ahora cuenta con miles de vehículos no tripulados y debe incorporar nuevas tácticas de uso de este "enjambre", recomienda el autor.
"El Ejército tiene que estar dispuesto para llevar a cabo toda la gama de operaciones militares y una de ellas es la confrontación con un enemigo 'equivalente'. Recientemente, no hemos tenido combates de este tipo", explica Rickey Smith, el jefe adjunto del Estado Mayor, Comando de Formación y Doctrina.