Aunque todavía es pronto para cantar victoria definitiva, al menos una persona lleva ya siete meses sin consumir los medicamentos antirretrovirales (TAR, de Terapia AntiRetroviral) necesarios para controlar el VIH, informa la revista New Scientist. Ahora, la nueva vacuna le da al sistema inmunológico las herramientas necesarias para combatir el VIH por su propia cuenta.
Aunque los TAR son efectivos, también son costosos y pueden causar efectos secundarios desagradables. Hasta el momento, la mayoría de los infectados de VIH se ven obligados a tomarlos durante toda la vida para ayudar a su sistema inmunológico a combatir el virus. Y es que este es capaz de esconderse en los tejidos linfoides, por lo que ni el organismo humano, ni los científicos han sido capaces de eliminarlo por completo.
Pero hace tres años, Beatriz Mothe y sus colegas del Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa iniciaron el proceso de pruebas de una nueva vacuna. Para el procedimiento, se eligieron 24 voluntarios recientemente diagnosticados con VIH, a los cuales se les introdujo el fármaco elaborado por el profesor Tomas Hanke y un grupo de investigadores de la Universidad de Oxford.
Además, durante el último año, 15 de los 24 voluntarios han estado recibiendo romidepsin —un medicamento contra el cáncer que se ha mostrado altamente eficaz en su capacidad de sacar al VIH de su escondite—. Por último, cada persona recibió otro refuerzo de la vacuna, y luego se detuvo la toma de los TAR.
En 10 de los participantes, el virus rápidamente se recuperó, por lo que los pacientes tuvieron que volver a consumir los TAR. Sin embargo, cinco de los participantes ya no muestran esa necesidad, puesto que sus sistemas inmunológicos han podido combatir el virus sin ayuda externa.
Una persona ha dejado de consumir los TAR por más de siete meses sin presentar recidiva del VIH. Los otros cuatro hasta la fecha no muestran indicios de recuperación del virus por 6, 14, 19 y 21 semanas, respectivamente. Mothe, quien reveló los resultados durante la Conferencia sobre Retrovirus e Infecciones Oportunistas en Seattle, dice que seguirá a cada participante para ver cuánto tiempo pueden controlar el virus por sí mismos.
"Si se consigue educar el sistema inmunológico de otros portadores de VIH con un vacuna de modo que actúe igual que el de los controladores de élite, podrían dejar de tomar antirretrovirales de manera crónica como deben hacer ahora", explica Bonaventura Clotet, director de IrsiCaixa.
La vacuna aún se encuentra en estado experimental y todavía no está a punto para aplicarse ampliamente. Los próximos objetivos de la investigación serán aclarar por qué solo funciona en algunas personas y comprobar si su efectividad se mantiene permanentemente o por un plazo de tiempo. Para conseguir que la vacuna pueda ser aplicada en toda la población podrían faltar entre 10 y 15 años, calculan los especialistas.