Intervención en Libia de 2011: ¿para qué?
Ni siquiera se sabe cuántos Gobiernos tiene Libia. Según el diario El País de España, son tres. Uno tiene su base en Trípoli y está formado por un grupo de partidos en su mayor parte islamistas. Otro, de carácter laico, se encuentra en la ciudad libia de Tobruk. Y el tercero es el llamado Gobierno de Unidad Nacional, auspiciado por la ONU.
Pero no faltan quienes indican que hay un cuatro Gobierno. Se trata del grupo yihadista Estado Islámico que se hace cada vez más fuerte en ese país africano.
Lo que sí es cierto es que todas las fuerzas en Libia están enfrentadas entre sí. Y es porque están "compitiendo por el control de las instituciones y el territorio", según Blanca Garcés, investigadora del Centro Barcelonés de Estudios de Asuntos Internacionales.
Esta realidad contrasta mucho con un tono esperanzador en el que algunos medios hablan sobre Libia, donde ven indicios de estabilización.
Este optimismo no tiene ningún fundamento, opina Guadi Calvo, especialista argentino en África, Oriente Medio y Asia Central. Y es que "debajo" de una compleja realidad política, en Libia "hay un sustrato de mucha violencia, hay muchas armas, hay muchos pequeños intereses de bandas que se fueron conformando a partir de 2011, hay muchas tribus muy enemistadas entre sí", indicó el también escritor.
Según el analista, todo ello es culpa de "EEUU y la Unión Europea", que son incapaces de arreglar el problema que crearon. En opinión de Guadi Calvo, ningún dinero puede ayudar a Libia, puesto que "no hay a quién darle, no hay realmente un Gobierno".
Viendo esta situación, el especialista llega a la conclusión de que "o bien no había ningún plan, o bien fallaron los estudios de inteligencia" previos a la intervención occidental de 2011.
Lo que sí se puede constatar es que a los culpables de este desastre "no les interesa el destino de Libia".
"Sólo hay un interés en su petróleo y que ese millón y pico de personas que han llegado a Libia de todos los rincones de África y Medio Oriente" no alcancen las costas europeas, sostuvo Guadi Calvo.