Según Lavrov, "probablemente hay muchos que desean desviar la atención de la incapacidad absoluta de la Administración de Poroshenko de cumplir sus obligaciones en el marco de los acuerdos de Minsk y a la vez desviar la atención de la incapacidad de nuestros socios alemanes y franceses de influir de alguna manera en Poroshenko para hacerle cumplir su palabra".
En relación con Crimea, la iniciativa prevé convocar un referendo sobre el arriendo a Rusia de este territorio —legalmente incorporado a la Federación Rusa, según Moscú, pero "ocupado", según Kiev— por un plazo de 30 a 50 años, tras lo cual se celebraría en la península otro refrendo, bajo el control internacional, para determinar de forma definitiva a quién pertenece.
El plan estipula asimismo reintegrar en Ucrania los territorios rebeldes en Donbás.
Más tarde, según el diputado, se establecería un fondo internacional para la restauración de Donbás al que "llegarían de Rusia las transferencias por el arriendo de Crimea".
Una vez implementado este plan, a juicio de Artemenko, se podrían levantar las sanciones a Rusia.
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Artemenko sugiere renunciar a los acuerdos de Minsk —"ya están muertos", ha dicho— y volver al Memorando de Budapest que garantizaba la intangibilidad de las fronteras ucranianas.