Anteriormente, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, calificó como "un verdadero amigo de Israel" al nuevo presidente de EEUU, el republicano Donald Trump. En general, Tel Aviv expresó su entusiasmo por la victoria del político en las presidenciales de noviembre.
La construcción de asentamientos israelíes en territorios palestinos se ha convertido en objeto de críticas en la arena internacional. Así, en diciembre de 2016, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que impide a Israel construir colonias en Cisjordania. Por su parte, las autoridades israelíes se negaron a reconocer la resolución, calificándola de "vergonzosa". Mientras tanto, esta vez, Washington decidió abstenerse y no vetar la resolución.
"En lo que respecta a la ONU, las cosas serán diferentes después del 20 de enero", declaró el entonces presidente electo Trump en su cuenta de Twitter.
En cuanto a Irán, el mandatario estadounidense aseveró que su administración ya sancionó a Teherán y "hará más para prevenir la fabricación de armas nucleares por parte de Irán". Además, calificó el acuerdo nuclear iraní del "peor acuerdo que ha visto nunca".
No obstante, la política de la Administración Trump respecto a la situación en Siria es el factor que determinará el curso de las relaciones entre Tel Aviv y Washington. El deseo del mandatario estadounidense de cooperar con Rusia en su lucha antiterrorista podría llevar a un acercamiento político de EEUU con el régimen de Bashar Asad. De este modo, Siria podría convertirse en "un nuevo Irán" en las relaciones de Washington con Tel Aviv.
#Palestina demandará a #Israel ante #ONU si este incumple la resolución https://t.co/DGG1scRonk
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 26 декабря 2016 г.