"No cejaré en mi esfuerzo por lograr una buena relación con Rusia", dijo Merkel al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Destacó en particular la necesidad de cooperar con Rusia en la lucha contra el terrorismo.
"Pienso que tenemos intereses comunes aquí y podemos cooperar", indicó.
La líder de Alemania dijo que aspira a "combatir el terrorismo internacional junto con Rusia, establecer una relación que permita trabajar en la creación de una unión entre Europa y Vladivostok".
Al mismo tiempo la canciller federal de Alemania expresó su preocupación por la situación en el Este de Ucrania y el supuesto apoyo de Rusia a las milicias de Donbás y destacó la creciente importancia de la OTAN a la luz de la crisis ucraniana y la reincorporación de Criméa a Rusia.
Crimea volvió a ser parte de Rusia tras celebrar en marzo de 2014 un referéndum en el que la mayoría aplastante de los votantes, más del 97%, avalaron esta opción.
Ucrania continúa desde abril de 2014 una operación militar en varias áreas de las regiones de Donetsk y Lugansk donde se proclamaron repúblicas populares en respuesta al violento cambio de régimen ocurrido en Kiev en febrero del mismo año.
Los acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política del conflicto pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia cuyo resultado la ONU estima en más de 10.000 muertos y más de 22.700 heridos.
La canciller federal de Alemania, Angela Merkel, sugirió debatir el concepto de las guerras híbridas en una reunión del Consejo OTAN-Rusia.
"Sabemos que Rusia interpreta la estrategia de la guerra híbrida como una formas de la defensa (…) Si me permiten expresar un deseo, quisiera que este tema fuera incluido en la agenda del Consejo OTAN-Rusia", declaró Merkel al intervenir en la Conferencia de Seguridad de Múnich.
Tras la reincorporación de Crimea a Rusia y la crisis en el este de Ucrania, la OTAN suspendió toda cooperación civil y militar con Moscú aunque al mismo tiempo decidió preservar los canales del diálogo político, la comunicación militar, así como continuar al nivel de embajadores o inferior la labor del Consejo OTAN-Rusia, un foro de consultas bilaterales establecido en 2002.
El Consejo Rusia-OTAN celebró en abril de 2016 su primer encuentro en dos años, volvió a reunirse en julio y luego en diciembre.