Moreira Franco fue nombrado ministro por el presidente Michel Temer (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) el 2 de febrero, pero su nombramiento fue muy polémico porque es uno de los políticos citados en las declaraciones de la Operación Lava Jato.
Argumentaban que Temer quería otorgarle el foro privilegiado para que solo pueda ser investigado por el Supremo, lo que en la práctica retrasaría un posible juicio por los presuntos delitos de corrupción practicados.
Tras el nombramiento hubo una guerra de sentencias de varios tribunales brasileños autorizando y negando la toma de posesión de Moreira Franco como ministro, pero la decisión del Supremo es la definitiva.
Anteriormente Temer aseguró en una declaración oficial que jamás hubo y no habrá en su gobierno intentos de obstaculizar la Operación Lava Jato.
Aunque no citó a Moreira Franco, explicó que cuando uno de sus ministros sea imputado lo apartará temporalmente del gobierno, dando a entender que el hecho de ser citado en el marco de la trama corrupta no es suficiente para pedir la dimisión de ningún ministro.