Temer precisó que si la Procuradoría reúne pruebas y denuncia a un ministro lo apartará temporalmente, mientras espera para ver si es imputado por el Tribunal Supremo Federal, para en ese caso expulsarlo "de forma definitiva".
"Hago esta declaración para decir que el Gobierno no quiere blindar a nadie y no va a blindar a nadie", enfatizó Temer, puntualizando que una simple mención a un ministro no es base suficiente para pedir su dimisión.
Temer hace estas declaraciones después de la homologación de las 77 declaraciones de directivos de Odebrecht que se espera que salgan a la luz próximamente, arrojando detalles comprometedores sobre la implicación en la trama de Petrobras de varios ministros e incluso del propio Temer.
Además, recientemente Temer nombró como ministro al hasta entonces Secretario de Inversiones Moreira Franco, lo que se interpretó como una maniobra para protegerle de la Justicia.
Moreira Franco también aparece en las delaciones de Odebrecht y al convertirse en ministro ganaría el foro privilegiado, lo que hace que solo pueda ser investigado por el Supremo.
Temer no hizo referencia directa a Moreira Franco, cuyo nombramiento fue suspendido temporalmente por la Justicia y está pendiente ahora de una decisión firme del Tribunal Supremo Federal.
"Quiero anunciar en carácter definitivo, y tal vez por enésima vez, que el Gobierno jamás podrá interferir en esa materia (la Operación Lava Jato)", dijo el presidente, respondiendo a las críticas surgidas en los últimos días.
El hecho de nombrar a un hombre de su confianza para ocupar una silla en la máxima institución judicial del país despertó la indignación de la clase jurídica y de buena parte de la opinión pública.
Se interpretó el gesto como un intento de poner trabas a las investigaciones de la Lava Jato en el Supremo, a pesar de que De Moraes no se encargaría de los temas referentes a la operación anticorrupción.
Son Eliseu Padilha (Casa Civil), José Serra (Relaciones Exteriores), Antonio Imbassahy (Secretaría del Gobierno), Mendoça Filho (Educación), Bruno Araújo (Ciudades), Gilberto Kassab (Comunicaciones), Ricardo Barros (Sanidad) y Raul Jungmann (Defensa).
Según la promesa de Temer a partir de ahora si alguno de estos ministros es denunciado por la Procuradoría General de la República será apartado temporalmente, a la espera de la decisión del Supremo sobre una posible imputación.