Los otros dos activistas que recibieron mensajes maliciosos con vínculos electrónicos invasivos en sus teléfonos celulares fueron Simón Barquera, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), y Manuel Encarnación, de la Coalición Contrapeso.
Los activistas recibieron mensajes entre el 8 de julio y el 17 de agosto del año pasado con enlaces maliciosos enviados para infectar sus dispositivos móviles con programas para la vigilancia, "un malware comercializado por la firma israelí NSO Group, de la cual México es asiduo cliente", destacó a su turno Luis Fernando García, activista de la Red en la Defensa de los Derechos Digitales.
Al abrir los enlaces recibidos en sus dispositivos, el "malware" identificado como Pegasus "se descarga sigilosamente en el dispositivo, con lo que los atacantes obtuvieron el control a los celulares, incluso acceso a utilizar la cámara, el micrófono y el GPS", dice la denuncia.
"Somos personajes incómodos para el Gobierno y la industria refresquera en México, defender el derecho a la salud se ha vuelto un peligro", dijo Calvillo.
Los activistas exigieron "la inmediata apertura de una investigación seria e imparcial para identificar y sancionar a los responsables de la vigilancia ilegal que vulnera el ejercicio a la libertad de expresión", señaló por su parte García.
Los activistas anunciaron finalmente denuncias penales ante la fiscalía federal y la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH, ombudsman federal), que apuntan al Gobierno mexicano.