La conversación con el mandatario chino es, para Marcelo Ramìrez, "una señal positiva. En algún momento se barajó la posibilidad, cuando Trump llamó a la presidenta de Taiwán, de que podía tratarse una táctica negociadora para después poder negociar en mejores condiciones. Esto era posible dada la importancia que este tema tiene para China", dijo a Sputnik el especialista argentino Marcelo Ramírez, responsable de contenidos de Asia TV.
El reconocimiento de Trump a Pekín ha sido el primer triunfo diplomático del país asiático. Sin embargo, las diferencias se mantienen: el comercio entre ambos países es negativo para Estados Unidos: entre enero y noviembre de 2016, el déficit fue de más de 300.000 millones de dólares. Por eso, a pesar de estas palabras tranquilizantes los interrogantes se mantienen.
"Las diferencias estratégicas entre estos dos países son muy profundas. China busca un mundo multipolar. EEUU quiere uno hegemónico o globalizado, algo que en ambos casos entra en colisión con el proyecto chino. Queda por saber si Trump va intentar que su país no se involucre en todos los conflictos bélicos como hasta ahora, o si van a continuar con la política de hegemonía", explicó el especialista.
Para Ramírez, los puntos que pueden llegar a desatar un conflicto entre ambas naciones son Siria, Medio Oriente, Ucrania, y sobre todo la región de Asia Pacífico, "la de mayor importancia por su peso comercial".
"Allí hay demasiados jugadores y alianzas inestables. Además China comienza a amenazar ‘el patio trasero' de EEUU. Ya consiguió desplazar a las potencias occidentales en África y está haciendo lo mismo en América Latina. Por eso es tan difícil encontrar un solución que no sea la militar. EEUU debe resignarse a perder sus áreas más importantes de influencia, las que lo proveen de muchas cosas vitales para su funcionamiento", explicó.