"Hay un mar de gente, es difícil de cuantificar, son decenas de miles, y esto mismo ocurre en todos los lugares emblemáticos de la identidad del país", dijo Edgar Cortez, director del Instituto Mexicano de DDHH y Democracia (IMDHyD), mientras partía la marcha principal desde el Auditorio Nacional en el Paseo de la Reforma hacia el obelisco del Ángel de la Independencia, frente a la embajada de EEUU.
Banderas de México dominan con un enorme letrero compuesto por tres frases sobre un fondo blanco: #VibraMéxico, #StopTrump, #RespetoaMéxico que encabeza la marcha sobre el Paseo de la Reforma que atraviesa la capital mexicana.
Aquí seguimos, marchando contra la corrupción, la impunidad, el muro. Y en favor del país. #VibraMexico pic.twitter.com/VSxek0fK8a
— Denise Dresser (@DeniseDresserG) 12 de febrero de 2017
Una enorme pancarta reza "Todos somos México, latinoamericanos por la paz", junto a otra escrita en inglés: "Trump, tú empequeñeces a EEUU" (Trump you diminish America), contra su eslogan de hacer al país vecino "grande otra vez".
"La protesta es plural y no partidista, tiene una base común contra la agenda antiderechos del presidente Trump y exigir a la vez a nuestro Gobierno que cumpla con una agenda democrática y de respeto a los derechos humanos en México", dijo el abogado de víctimas de violaciones a las libertades civiles.
No ando por allá. Pero así se ve la marcha #VibraMéxico pic.twitter.com/ZJmkEphpTX
— Yuriria Sierra (@YuririaSierra) 12 de febrero de 2017
"Hay una pluralidad de mensajes que apuntan a Trump, desde el rechazo al muro fronterizo, por el respeto a México, a las familias migrantes, hasta los que exigen la renuncia de Peña Nieto, protestas comprensibles por las razones internas de inconformidad con las autoridades mexicanas", dijo el responsable del organismo convocante.
Una enorme manta blanca se dirige al mandatario mexicano: "Peña Nieto, no te confundas, es por México".
Otra protesta partió a la misma hora del monumento a Benito Juárez, convocada por organizaciones contra la delincuencia, que se negaron a criticar al Gobierno mexicano, con el argumento de que el presidente Peña Nieto "necesita apoyo para negociar con Trump".
Puentes, no muros
"Duro contra el muro", y "México unido, jamás será vencido", corearon los manifestantes sin partido, mientras en el centenario obelisco a la Independencia fueron colocados mensajes "contra el odio y la discriminación" de los decretos de corte racista de Trump.
Cada representante de las organizaciones convocantes tomó después restos del muro de cartón para levantar un puente simbólico.
"Las dos marchas a la misma hora, se distinguen por su posición ante Peña Nieto, a decenas de organizaciones civiles nos preocupa el maltrato, la discriminación, y las recientes razias con deportaciones irregulares masivas contra comunidades mexicanas en EEUU", dijo el director del IMDHyD.
Muy pocas veces en México una marcha tan plural había logrado reunir a emblemáticas organizaciones no gubernamentales junto con poderosos gremios empresariales y las principales instituciones académicas, como la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo rector Enrique Graue es el primero en salir a las calles desde las protestas estudiantiles de 1968.
Casi un centenar de organizaciones civiles de todos los movimientos civiles marcharon con banderas de México, entre ellas Amnistía Internacional, Transparencia Internacional-México, Causa en Común, el Instituto Mexicano para la Competitividad, Artículo 19, así como las más prestigiosas instituciones educativas como el Colegio de México, el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y organismos empresariales, como la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).
"Fue una marcha plural, con un carácter muy ciudadano, muy plural", dijo a Sputnik Nóvosti, José Antonio Guevara director de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.
Los organizadores consideran que ninguna convocatoria ha sido tan plural desde las marchas ciudadanas no partidistas para el diálogo y la paz tras el levantamiento zapatista en 1994.
"Trump ha unificado como nunca a un país dividido, representa graves riesgos exteriores, que no se pueden entender sin considerar el debilitamiento y la falta de legitimidad del Gobierno mexicano", puntualizó Cortez.
"Estamos en contra de la fracasada estrategia de militarización de la seguridad pública", dijeron al tiempo que rechazaron las políticas de seguridad y antidrogas punitivas de Trump.
Las protestas se replicaron en Puebla, Cuernavaca, Tabasco, Mérida Tijuana, Culiacá y Monterrey, así como capitales europeas como Berlín y algunas ciudades de EEUU.