"Las actividades que se realizan en las regiones adyacentes a las fronteras rusas tienen, sin duda, un carácter provocativo y desestabilizador", apuntó en una entrevista con el periódico Izvestia.
El ministro mencionó el despliegue de contingentes militares de la Alianza en Polonia y los países bálticos.
Entre las acciones provocativas el ministro mencionó "la consecutiva implementación por parte de los aliados de planes nacionales de modernización de las tropas y la construcción de nuevas infraestructuras militares, así como un aumento considerable en la escala y el número de los ejercicios de la OTAN cerca de nuestras fronteras".
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"Provoca una especial preocupación la continuación del despliegue del escudo antimisiles de EEUU en Europa, cuyo verdadero carácter antirruso nunca nos planteó dudas", subrayó Lavrov.
Recalcó que el regreso a la política de contención de Rusia "incluida la decisión unilateral sobre la completa congelación de la cooperación práctica con Moscú en los ámbitos civil y militar aumenta la desconfianza y mina el equilibrio de fuerzas existente en el continente europeo".
EEUU está construyendo otra instalación similar con radares y misiles interceptores en la localidad polaca Redzikowo, a unos 180 kilómetros del enclave ruso de Kaliningrado.
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En la cumbre de julio pasado la OTAN aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales, de 600 a 1.000 militares cada uno, en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia en el marco de su política de contención a Rusia.
Paralelamente, la Alianza sigue desplegando armas antimisiles estadounidenses en Europa.
