"Queremos diputados y senadores por la inmigración, esto conlleva una circunscripción en el exterior", afirmó Eduardo Dizy, presidente del citado consejo.
En su opinión, los residentes en el extranjero se encuentran "heridos en lo más profundo" por las medidas que les quitan el derecho al voto municipal o que obligan a pasar una serie de trámites para participar en los comicios generales.
Desde el año 2011, los españoles residentes en el extranjero con derecho a voto, que son casi dos millones de personas, se ven obligados a participar en los procesos electorales a través de una modalidad de sufragio llamada voto rogado.
Este sistema obliga a los emigrados a expresar su deseo de votar con antelación y a pasar una serie de trámites antes de poder ejercer el derecho de sufragio.
En lo referente al voto municipal, Dizy recordó que muchos de los emigrantes retornan continuamente a su municipio, donde tienen familiares, intereses o propiedades, por lo que, a su modo de ver, quitar el voto local a los residentes en el exterior es un ataque a sus "raíces".