El velorio empezó a primera hora de la mañana reservado para los familiares y poco después abrió las puertas al público, que esperaba en una cola de más de 700 personas para dar el último adiós a la ex primera dama.
Además de Rousseff también estuvieron presentes los gobernadores de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão (Partido del Movimiento Democrático de Brasil) y de Minas Gerais, Fernando Pimentel (Partido de los Trabajadores).
También acudieron ex ministros de los gobiernos de Lula, como Luiz Dulci, Luiz Marinho, Gilberto Carvalho y Paulo Vannuchi y de los gobiernos de Rousseff, como Juca Ferreira y Aloizio Mercadante, además del ex alcalde de São Paulo, Fernando Haddad.
La corona de flores que el ex presidente dedicó a su mujer decía: "Mi gallega, ahora el cielo gana la estrella que iluminó mi vida".
Al finalizar el velatorio, alrededor de las 15 horas de la tarde se realizará una ceremonia ecuménica y el cuerpo de Marisa Letícia será llevado al cementerio Jardim da Colina para proceder a su cremación.
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Marisa Letícia murió este viernes a los 66 años, tras sufrir un accidente cerebral vascular hemorrágico y pasar once días internada en el hospital Sirio Libanés de São Paulo.