No obstante, es imposible simplemente pasar a un nuevo tipo de combustible. Antes de comenzar a llenar los aviones con el biocombustible, hace falta asegurarse de que el sistema y los motores funcionen exactamente de la misma manera que con el combustible convencional. Solo se puede determinar al realizar múltiples ensayos. Al mismo tiempo, las pruebas determinan cómo el nuevo combustible afecta la vida del motor a largo plazo.
El programa del Gobierno supone un rechazo completo al uso de combustibles fósiles. Varias empresas suecas están actualmente involucradas en la investigación de nuevas tecnologías para producir combustibles nuevos.
De acuerdo con las estimaciones preliminares de las autoridades, en el caso de una transferencia de todos los transportes del país al biocombustible de madera, el crecimiento del bosque se reducirá solo un 2% o 2,4 millones de metros cúbicos.
Mientras tanto, la compañía estadounidense United Airlines ya utiliza biocombustibles para repostar aviones de pasajeros. Desde marzo del año pasado, las aeronaves con biocombustible realizan vuelos de Los Ángeles a San Francisco. Los tanques se llenan con una mezcla de combustibles convencionales y biocombustibles a base de éteres tratados con hidrógeno y ácidos grasos.