"Recordé la libertad de expresión y de los medios de comunicación y la necesidad de que en Turquía trabajen corresponsales alemanes con acreditación", dijo Merkel.
Merkel explicó que la deportación a Turquía de los seguidores del teólogo musulmán Fethullah Gülen, a quien Ankara acusa de haber organizado el golpe, se podría realizar partiendo de la correspondiente decisión de un tribunal.
Aunque al mismo tiempo señaló que los tribunales de Alemania en algunos casos pueden declarar la deportación nula, porque las decisiones de los tribunales son resultado de una revisión independiente del caso que "debemos respetar y respetaremos".
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El Ministerio del Interior alemán confirmó que Turquía había enviado unas 6.000 solicitudes para deportar a los partidarios de Gülen.
Turquía vivió la noche del 15 de julio un fallido golpe militar que se saldó con más de 240 muertos y casi 2.200 heridos.
Miles de militares, policías, jueces, funcionarios y profesores fueron suspendidos, detenidos o están siendo investigados.
Las autoridades turcas acusaron a Gülen, autoexiliado en EEUU, de haber organizado el amotinamiento.
Gülen rechazó de plano la acusación de estar detrás de la asonada y propuso establecer una comisión internacional para investigarla.