Militares afirman que son victimas de una purga que emprende Ankara a raíz del fallido golpe y tuvieron que abandonar sus puestos en las bases de la OTAN en Alemania.
De acuerdo con uno de los solicitantes, ellos "no simpatizan con los golpistas" sin embargo "se orientan hacia Occidente y abogan por un Estado laico".
"No hay duda de que no podemos entregar estos soldados a Turquía, allí les meterán en la cárcel enseguida", comentó al diario el diputado alemán, Stefan Meyer.
Anteriormente, el Tribunal Supremo de Grecia decidió denegar la extradición de ocho militares turcos que se fugaron en helicóptero a Grecia tras la asonada y pidieron asilo político.
Ankara les imputa haber participado en la preparación de un atentado contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.