En las protestas frente al Gobierno en Bucarest participan más de 100.000 personas.
Según reporta la agencia local mediafax.ro, los gendarmes que rodean el edificio se vieron obligados a usar gases lacrimógenos luego de que los manifestantes lanzaran petardos y bombas de humo.
Algunos de los activistas intentaron romper el cordón policial sin éxito.
En tanto, la policía llama a los presentes a volver a sus casas.
Los manifestantes protestan contra las propuestas de amnistía para funcionarios corruptos, siendo estas movilizaciones las mayores que tienen lugar en Rumanía durante el último cuarto de siglo.
Las protestas arrancaron en Rumanía el pasado 22 de enero, a raíz de la propuesta de amnistiar a una serie de presos vinculados a procesos de corrupción, con el objetivo de reducir la superpoblación carcelaria.