"Intentamos corregir la mayor parte del control que perdimos en 2015", dijo Schauble en una entrevista con el periódico Welt am Sonntag, al argumentar que los políticos también tienen derecho de "cometer errores".
Añadió que "por lo menos se puede aprender de los errores cometidos".
En 2016, unos 280.000 migrantes llegaron a Alemania, en comparación con los 890.000 de 2015, según estimaciones del Ministerio del Interior alemán.
El flujo de refugiados vino a la baja solo después de que la UE y Turquía firmaran el acuerdo sobre el fortalecimiento de los controles en la llamada 'ruta balcánica'.
La decisión ha sido duramente criticada. En agosto pasado, uno de los líderes del partido opositor Alternativa para Alemania (AfD), Georg Pazderski, calificó la política de asilo aplicada por Merkel como "una bomba de relojería". Las duras posturas hacia la migración manifestadas por el AfD han aumentado la popularidad del partido entre los electores.
La misma canciller ha declarado en repetidas ocasiones que la situación con los refugiados de 2015 no debe volver a repetirse.