"Para aclarar, no es un veto a los musulmanes como los medios lo denuncian falsamente", dijo Trump al subrayar que "no se trata de la religión, se trata del terrorismo y de mantener nuestro país seguro".
Además Trump prometió su apoyo a los afectados por el conflicto sirio.
"Tengo grandes sentimientos por las personas involucradas en esta terrible crisis humanitaria en Siria", dijo el líder estadounidense al indicar que "defender y servir a mi país siempre será mi primera prioridad, pero como el presidente siempre buscaré vías para ayudar a todos los que están sufriendo".
Además, el decreto prohíbe por 90 días la entrada en EEUU a los ciudadanos de siete países con población mayoritariamente musulmana: Irak, Irán, Siria, Sudán, Yemen, Libia y Somalia.