El proyecto se llama DragonflEye —de las palabras inglesas 'dragonfly', libélula, y 'eye', ojo—, y el componente principal de esta tecnología es una micromochila equipada con paneles solares para recolectar energía e 'inyectarla' en el cuerpo del insecto, informa la empresa en su sitio web.
@eetimes feature on #DragonflEye focuses on the newly developed optrode technology. https://t.co/OyeDMbEmaV pic.twitter.com/SKr9dzQx5k
— Draper (@DraperLab) 23 de enero de 2017
Esta innovación también cuenta con un sistema integrado de guiado y navegación compuesto por herramientas optogenéticas que Draper produce en colaboración con el Instituto Médico Howard Hughes —HHMI, por sus siglas en inglés—.
La idea es usar esas herramientas para enviar órdenes desde el receptor acoplado al insecto a sus neuronas de dirección, que controlan el vuelo de la libélula a través de su sistema nervioso. Esto supone un enfoque totalmente novedoso a la hora de crear insectos 'teledirigidos'.
A close-up of the backpack board and components before being fitted to the dragonfly. #dragonflEye #navigation https://t.co/D3Fe7ipoas pic.twitter.com/sdfvAjftH0
— Draper (@DraperLab) 19 de enero de 2017
Si el invento acaba siendo viable y se le encuentran aplicaciones prácticas podría convertir a las libélulas en pequeños sistemas de vigilancia o en máquinas de polinización. Además, dado que la clave de este proyecto es la micromochila que irá adosada a las libélulas, según los impulsores de la iniciativa, esta también podría ser utilizada con abejas y otros insectos del mismo tamaño.