Se trata de los imponentes Hatzegopteryx, un género de la familia Pterosaurio azdárquido, los cuales contaban con alas que podían llegar hasta los 12 metros. Anteriormente, se creía que este dinosaurio era similar a otros representantes del género Quetzalcoatlus.
Sus restos fueron encontrados en territorio rumano que a finales del Cretácico —el cual comenzó hace 145 millones de años y terminó hace 66— formaba una isla en el mar prehistórico de Tetis.
© Foto : Naish D, Witton MP. Pterosaurio podría contar con un cuello tres veces más ancho y considerablemente más fuerte que el del Quetzalcoatlus.
Pterosaurio podría contar con un cuello tres veces más ancho y considerablemente más fuerte que el del Quetzalcoatlus.
© Foto : Naish D, Witton MP.
Al analizar los fragmentos del cráneo y la columna vertebral de este pangolín, los paleontólogos británicos Mark Witton y Darren Naish, responsables del descubrimiento, llegaron a la conclusión de que este dinosaurio podría contar con un cuello tres veces más ancho y considerablemente más fuerte que el del Quetzalcoatlus.
Las investigaciones anteriores también revelaron que la anchura de su mandíbula podría llegar hasta 100 centímetros, cosa bastante inusual para los pterosaurios.
Dado que hasta ahora los arqueólogos no han encontrado restos de otros animales más grandes en el lugar, se cree que estos pterosaurios ocupaban el escalón más alto de la cadena alimentaria.