Las negociaciones se celebraron en la capital kazaja (23 y 24 de enero) a iniciativa del presidente ruso, Vladímir Putin, quien propuso crear en Astaná un espacio adicional, además de Ginebra.
"Astaná llegó a ser un punto de inflexión, el péndulo todavía no ha corrido al lado opuesto, pero al menos se ha detenido, por lo cual quedan con vida centenares de miles de sirios (…), cada día de la tregua es un logro grande, a mi modo de ver", declaró Ivanov al intervenir en una mesa redonda celebrada en la agencia Rossiya Segodnya.
Al mismo tiempo dijo lamentar que no haya habido representantes de los kurdos ni en Ginebra ni en Astaná, recordando que fueron los kurdos quienes tuvieron que resistir el principal golpe de los islamistas radicales.
"¿Por qué no invitar a la mesa de las negociaciones a los kurdos como una parte neutral y no decirles: Dennos la opinión de ustedes y su proyecto de Constitución", preguntó el experto.