El jefe de la delegación rusa en la reunión de Astaná, Alexandr Lavréntiev, anunció que Moscú había entregado a los representantes de la oposición moderada un proyecto de la futura Carta Magna de Siria.
En las negociaciones de Astaná "no consultamos la propuesta (de Rusia), nos negamos a examinarla y discutirla en detalle", sostuvo Abu Zeid, del grupo Ejército Libre Sirio.
El opositor agradeció a Rusia los esfuerzos que hizo para redactar el proyecto, sin embargo subrayó que normalmente la Constitución "es aprobada por autoridades elegidas por el pueblo", o "un Gobierno legítimo crea un organismo para aprobar un proyecto de Constitución adoptado durante un referéndum".
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La propuesta rusa, continuó, viene del Exterior y como tal no puede ser adoptada.
"Los sirios no tienen problemas con la Constitución, su problema es que están siendo asesinados; cuando se ponga fin a las matanzas, discutiremos sobre los puntos prioritarios, pero ahora, a la luz de las masacres, no debatimos nada", enfatizó.
Los promotores del encuentro —Rusia, Turquía e Irán— anunciaron al término de la reunión la intención de establecer un mecanismo tripartito para vigilar el cumplimiento del alto el fuego en Siria.