Según el experto, la contratación de trabajadores extranjeros no resuelve el problema a largo plazo y los ucranianos no salvarán la situación. Sin embargo, se pueden lograr efectos a corto plazo gracias al personal foráneo.
"Un respiro temporal nos podría servir para reconstruir nuestro propio sistema educativo y de formación profesional, así como para desarrollar el segmento de la investigación, para de ese modo crear un flujo constante de nuestro propio personal", subrayó.
En la República Checa se necesitan mecánicos, cerrajeros, conductores, personal de servicio de máquinas complejas, etc.
"La gente de Ucrania sabe hacerlo, y los empresarios checos están dispuestos a pagar salarios de más de 20.000 coronas (unos 740 euros)", añadió.
Vladimir Dlouhy no ve apoyo necesario por parte del Gobierno para abrir el mercado checo a los especialistas ucranianos. El presidente de la Cámara de Comercio vincula este hecho con la presión de los sindicatos, a quienes no les entusiasma precisamente el potencial flujo de mano de obra barata, a pesar de que las empresas favorecen a los ucranianos, debido a su proximidad cultural y lingüística.
Politólogo ucraniano: "Ucrania enterró su futuro" https://t.co/18aVV8B0o2 pic.twitter.com/1KK2QLmrG2
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 5 мая 2016 г.
"Los ucranianos están bastante cualificados. La cosa es que no tienen trabajo en su país natal", destacó el interlocutor de Radio Praga.
"Esperamos la introducción de un régimen turístico sin visados con Ucrania dentro de un periodo de 90 días. Y si para ese momento no introducimos mecanismos de regulación de la afluencia de mano de obra de Ucrania, habrá que temer un crecimiento de los empleos ilegales y, como consecuencia, volver a una creciente presión para reducir los salarios", concluyó el jefe de la Cámara de Comercio de la República Checa.