"Veo riesgos en que nosotros prestemos apoyo a Bashar Asad y Rusia, pero he de ser realista ante el cambio de panorama y tendremos quizá que reconsiderar nuestra posición", declaró el ministro de Exteriores ante el comité parlamentario en Relaciones Internacionales.
De acuerdo con Johnson, "no hay buenas opciones" en la resolución del enconado conflicto en que los "errores británicos" han contribuido a apartar a Londres del proceso de negociaciones.
"Se verá como un cambio de bando para tomar partido por Asad y Rusia y nos apercibirán como los grandes traidores de la oposición armada moderada, que apoyamos", sostuvo en una sala del Parlamento de Westminster.
Johnson añadió: "Una alianza con Asad y Rusia tendrá enormes consecuencias para nuestra reputación y fomentará la radicalización en la región y posiblemente en otras zonas".
"Si fuera posible un acuerdo con Rusia que simultáneamente permita colocar a Asad en la salida y frenar la influencia de Irán…, pero incluso hay peligros en esta postura", explicó Johnson en alusión al escenario que avalaría el apoyo de Reino Unido a la lucha contra el autoproclamado Estado Islámico.
El canciller reconoció que la estrategia británica de apoyar a la militancia moderada ha fracasado y apuntó a una "nueva solución federal en Siria y un acuerdo político" tras años de enfrentamiento armado.