Durante mucho tiempo, los arqueólogos han ignorado qué causó exactamente lo que se conoce como el colapso maya clásico en el siglo IX d. C., cuando muchas de las ciudades de la civilización antigua fueron abandonadas.
El arqueólogo de la Universidad de Arizona Takeshi Inomata y sus colegas, en un nuevo artículo que se publicará en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias (Proceedings of the National Academy of Sciences), sugieren que ambos colapsos siguieron trayectorias similares, con múltiples oleadas de inestabilidad social, guerras y crisis políticas que condujeron a la caída de varias urbes grandes.
Empleando los datos de radiocarbono y de cerámicas y excavaciones arqueológicas, los investigadores pudieron establecer una cronología muy precisa que determina cuándo aumentaron y disminuyeron en Ceibal el tamaño de la población y el ritmo de construcción de edificios.
Si bien los hallazgos pueden no resolver el misterio de por qué exactamente ocurrieron los colapsos mayas, son un paso importante hacia una mejor comprensión de cómo llegaron a suceder.