"Es necesario saber defenderse en estos grandes centros urbanos, donde sólo por el hecho de ser gay, lesbiana o pertenecer a contraculturas como el punk, nos enfrentamos a grupos fascistas que pregonan la violencia, lo que nos motiva a practicar las artes marciales como autodefensa", dice a Sputnik el luchador Rodrigo Sánchez, del colectivo Mano a Mano, impulsor de esta iniciativa en Santiago.
Creado en 2012, Mano a Mano está integrado por diez personas, quienes entrenan a diario de forma individual y anualmente replican en su país la iniciativa Puños Fuera, que reúne en una competencia en Madrid a diversos deportistas de contacto bajo el emblema del antifascismo.
"Aunque a intolerantes como ellos (los nazis) no los vamos a aceptar", advierte.
En el día a día se comunican por WhatsApp con organizaciones similares alrededor del mundo, con quienes comparten experiencias, conocimientos y oportunidades, con el fin de ampliar sus redes en torno a esta propuesta, que invita a estar preparado y manejar las artes marciales en caso de sufrir un ataque violento o socorrer a otros.
El también periodista de la Universidad ARCIS, que hoy dirige un gimnasio y se formó en el antifascismo por intermedio de las letras de los conjuntos de música punk de la década del 70 y la lectura anarquista, comenta que avala la agresión como forma de hacer frente a los "pequeños" grupos de ultraderecha que subsisten en el país.
El experto en "muay thai", o boxeo tailandés, además destaca las MMA como la preparación que deberían tener los jóvenes de izquierda "en caso de una revolución", con el objetivo de actuar ante una reacción paramilitar.
Por otra parte, asegura que la práctica de artes marciales promueve amplios valores, y más allá del mensaje antinazi del colectivo, "es una forma para que los chicos y chicas se alejen de las drogas y el alcohol, que son el principal enemigo de todas las buenas intenciones".
Para mayo está agendado el próximo torneo de artes marciales mixtas antifascistas organizado por Mano a Mano, donde compiten jóvenes de todo el país identificados con esta postura "libertaria".
En el último torneo, celebrado en octubre de 2015, participaron unos 30 competidores y asistieron alrededor de 500 personas.
Para la próxima competición, la quinta que organiza Mano a Mano, el colectivo espera superar el número de inscritos y de asistentes, con el fin de seguir expandiendo esta iniciativa tan presente en países como Brasil, Argentina, Grecia y Rusia, entre otros.