"Derrotar al Estado Islámico (Daesh) y a otros grupos terroristas del radicalismo islámico será nuestra máxima prioridad", dice el documento "Política exterior EEUU Primero", colocado en el sitio web de la Casa Blanca, unos minutos después de la investidura de Trump.
"Para derrotar y destruir a esos grupos, procuraremos cuando sea necesario coaliciones para operaciones militares conjuntas agresivas" y además "el Gobierno de Trump trabajará con socios internacionales para eliminar la financiación de los grupos terroristas, ampliar el intercambio de inteligencia y tomar parte en ciberguerras para interrumpir e inhabilitar la propaganda y el reclutamiento", añade el texto.
No obstante, la aplicación de una política exterior basada en los intereses internacionales implicará el ejercicio de la diplomacia, reconoce el texto.
"El mundo debe saber que no vamos al exterior en busca de enemigos, que siempre nos hace felices que viejos enemigos se vuelvan amigos y que viejos amigos se vuelvan aliados", dice el documento para concluir que "el mundo será más pacífico y más próspero con un EEUU más poderoso y más respetado".
En su discurso, Trump sostuvo que su país había llegado a destinar más recursos a proteger fronteras ajenas que a las propias.
Entre las prioridades del nuevo Gobierno están otras posturas que pueden considerarse aislacionistas, como construir un muro de miles de kilómetros de extensión en su frontera con México para impedir el ingreso de inmigrantes sin permiso, retirarse del Acuerdo Transpacífico, renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y responder con severidad "a aquellas naciones que violen los acuerdos comerciales y dañen a los trabajadores estadounidenses".
El "Plan de Energía EEUU Primero" indica que "en favor de la seguridad nacional" el país debe incrementar su producción doméstica, echando mano a sus vastas riquezas no explotadas en petróleo y gas no convencionales, que valúa en 50 billones de dólares, "en especial las que se encuentran en tierras federales que son propiedad del pueblo estadounidense" y reimpulsando la producción de carbón.
El Gobierno de Trump considera que esto permitirá poner fin a la dependencia de la provisión petrolera de los países de la OPEP y de "naciones hostiles", para advertir a renglón seguido que "al mismo tiempo, trabajaremos con nuestros aliados del Golfo (varios de ellos miembros de la OPEP) para desarrollar una relación positiva en energía, como parte de nuestra estrategia antiterrorista".
Donald Trump asumió como el 45 presidente de EEUU.