El poder Legislativo "no cesará en proteger y cuidar a los nacionales mexicanos y sus familias que viven en la Unión Americana", dijo en conferencia de prensa el presidente del Senado de México, Pablo Escudero, tras la ceremonia de investidura de Trump como nuevo presidente de la potencia vecina.
"Insistiremos en la urgente necesidad de dotar a la red de consulados mexicanos en EU de mayores recursos financieros y humanos para atender a la comunidad migrante", dijo el titular de la Cámara alta.
La declaración del líder de los legisladores mexicanos ha sido hecha luego de que el gobierno de Trump anunciara que deportará a aquellos inmigrantes ilegales que tengan antecedentes penales por delitos violentos, que de acuerdo con sus estimaciones suman hasta 3 millones de personas, de un total de 11,5 millones de mexicanos sin papeles.
El plan de fortalecimiento de las leyes publicado este viernes por la Casa Blanca anuncia su intención de "deportar a los inmigrantes ilegales que tengan antecedentes penales por delitos violentos y que se han quedado en el país".
Lazos binacionales en riesgo
El poder Legislativo también tiene planeado reformar la Ley de Educación para reforzar la facilitación de los procesos de revalidación de estudios en México a los jóvenes "soñadores" que hicieron sus carreras en EEUU.
Otra medida legislativa es modificar la Ley de Población "para integrar una sola estrategia de protección, repatriación y reinserción social, económica de nuestros connacionales y sus familias", dice el anuncio senatorial.
Esa reglas comerciales vigentes desde 1994 "son garantes de la prosperidad compartida, daremos seguimiento puntual a las acciones que la nueva administración del presidente Trump emprenda", advirtió.
Ese compromiso de los senadores mexicanos es la respuesta a Trump, que ratificó su compromiso de renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, en inglés), que está vigente desde 1994 y quiere revertir para retornar inversiones desde México a EEUU, sobre todo automotrices.
Refrendó a la vez su voluntad de "mantener el espíritu de colaboración que en las últimas décadas ha distinguido la relación México-Estados Unidos".
Trump ratificó su determinación de construir un muro a lo largo de los 3,200 km de la frontera con México para impedir que los inmigrantes ilegales crucen al país, según la Política de Fortalecimiento de la Ley publicada este viernes por la Casa Blanca.
"El presidente Trump está comprometido a construir un muro en la frontera para detener la migración ilegal, para detener a las pandillas y la violencia, y evitar que lleguen las drogas a nuestras comunidades", dice el texto del nuevo gobierno.