El gigante energético ruso aumentó un 14% el volumen del suministro y cubrió en un 66% el incremento de la demanda del gas que la Unión Europea importa por tuberías, al tiempo que las entregas del GNL, principal competidor de Gazprom en este mercado, fueron inferiores a las previsiones, en primer término, por el retraso en el lanzamiento de nuevos proyectos.
El segundo en importancia proveedor del gas a Europa, Noruega, vendió 107.000 millones de metros cúbicos, casi la misma cantidad que en 2015, mientras que Argelia suministró 38.500 millones de metros cúbicos, un 50% más que en el año anterior.
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En lo que atañe al GNL, los analistas consultados por Kommersant estiman que el suministro sufrió el pasado año un leve descenso en relación con 2015 situándose en torno a los 56.000 millones de metros cúbicos.
La bajada más sustancial se registró en el cuarto trimestre, con el desvío de grandes cantidades de GNL procedente de Catar al mercado asiático en el que los precios habían subido a causa de algunos problemas técnicos y dilaciones en el lanzamiento de nuevas capacidades industriales en las licuefactoras de Australia y Malasia.
A pesar de un precio competitivo y la creciente demanda del gas en Europa, las fuertes ventajas que Gazprom se aseguró en este mercado el pasado año se deben, en gran medida, a factores ocasionales.
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Cuando los proveedores australianos resuelvan sus problemas técnicos y garanticen un suministro estable a sus clientes en China, el GNL catarí desviado al mercado asiático podría regresar a Europa, advierte Kommersant.