"Obviamente, las relaciones estratégicas con China son importantes y las relaciones con el presidente chino están avanzando, pero estratégicamente, si la nueva administración de EEUU va a resolver el conflicto con las autoridades chinas, no puede permitirse el lujo de tener malas relaciones con Rusia", dijo a RIA Novosti.
Las relaciones entre Washington y Moscú sufrieron un grave deterioro en los últimos años.
Desde 2014, EEUU introdujo una serie de sanciones contra sectores enteros de la economía rusa y ciudadanos del país por su supuesta implicación en la crisis ucraniana.
El distanciamiento se acentuó en septiembre de 2016 por las discrepancias sobre la lucha contra el terrorismo en Siria.
Moscú rechazó estas acusaciones, en particular el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, afirmó que son "gratuitas" y ya "generan fuerte cansancio".
En cuanto a la crisis ucraniana, Rusia subrayó en reiteradas ocasiones que no es parte del conflicto interno en el país vecino y espera que se resuelva lo más pronto posible.