Así lo explicó a Sputnik Tony de Leonardis, el emprendedor italiano detrás de este innovador proyecto. El establecimiento, que abrirá sus puertas el 20 de enero, "va a ser algo totalmente nuevo, diseñado para relajar a la gente y sacar el estrés que se tiene arriba", indicó.
"Una vez que la gente entra da un salto atrás en el tiempo de 1.000 años. Vuelve un poco a la Edad Media. No hay luz eléctrica en el comedor, lo que hay es muchas velas y hogueras. Los empleados llevan vestimenta de otros tiempos, como los griegos antiguos y como los romanos", describió de Leonardis.
Aunque los comensales deben obligatoriamente desconectarse del exterior para entrar de lleno en el ambiente de relajación, pueden elegir si quitarse la bata o no. El ambiente dentro del comedor, iluminado con velas y las llamas del fuego, está dispuesto de modo de asegurar la privacidad.
"Es una cena muy larga: son cinco platos que se dan a lo largo de la noche. Es algo muy relajado, no se corre. No sucede que la gente se va y entra más gente, solo se accede por reserva y únicamente en parejas y en grupos", comentó de Leonardis.
Así como los camareros estarán ataviados en un estilo antiguo, la musicalización será realizada con arpas. La decisión de que se pueda acceder al recinto únicamente en parejas y grupos se debe a la "confusión" que ha habido desde que se supo sobre la instalación del lugar.
"Algunos han pensado a creer que es un tema de swingers, pero es simplemente algo naturista y orgánico. No tiene nada que ver con nada más", precisó el empresario italiano.
La entrada, de 150 euros por pareja, incluye todas las consumiciones que se realicen a lo largo de la noche.
"Uno se olvida del dinero. Creemos que es una parte fundamental: muchas veces cuando uno está en un sitio se está divirtiendo pero tiene que pagar al final. Siempre está pensando cuánto le van a cobrar. Eso estropea la diversión. En Innato, se paga la entrada y se olvida de todo", concluyó de Leonardis.