Los visitantes disfrutarán asimismo de comida natural, servida en vajillas de barro hechas a mano, y los cubiertos serán comestibles. El restaurante será iluminado por velas, las diferentes zonas del recinto estarán delimitadas por paredes de bambú y mimbre, y los muebles serán de madera natural.
El restaurante tendrá dos secciones: una en la que los visitantes podrán usar una bata (proporcionada por el restaurante) y otra para quienes quieran estar ‘como dios los trajo al mundo’.
Parte del experimento consiste en entender, según él, que la gente está dispuesta a desnudarse en un lugar donde no se sentirá juzgada. Lyall aseguró que, por ahora, no ha sido criticado por su idea, sino que, más bien al contrario, ha recibido muestras de apoyo de personas que entienden la necesidad de más lugares de este tipo.
"Es una experiencia de verdadera liberación", subrayó Lyall, que considera que su proyecto va dirigido no solo a la comunidad nudista, sino también a personas que desean simplemente disfrutar de una noche libre de tecnología, de químicos, de presiones sociales y de ropa.