"El Departamento de Seguridad Nacional está dando por finalizada la llamada política de "pies mojados/pies secos", que fue puesta en marcha hace más de 20 años y diseñada para otra época", señala el texto.
A partir de ahora los cubanos que intenten ingresar ilegalmente a EEUU y no se compruebe que estén necesitados de ayuda humanitaria "serán deportados", añade el comunicado.
"Con este paso estamos tratando a los migrantes cubanos de la misma forma que a los migrantes de otros países", dice la misiva.
De acuerdo a la Casa Blanca, el Gobierno de Cuba aceptó recibir a aquellos ciudadanos de su país que sean deportados, así como ha estado aceptando a quienes eran interceptados en el mar en su intento de llegar a las costas de EEUU.
La política, que sólo ha sido aplicada a inmigrantes cubanos, comenzó en 1995 bajo la presidencia de Bill Clinton (1993-2001), como un compromiso entre las dos naciones tras la continua inmigración proveniente de la isla caribeña.
La ley garantizaba la residencia en EEUU a los cubanos que lograran pisar suelo estadounidense, mientras que deportaba a quienes eran interceptados o encontrados en el mar.
Luego de 54 años sin relaciones diplomáticas, Cuba y Estados Unidos acordaron restablecer sus vínculos, y el 20 de julio de 2015 Cuba reabrió su Embajada en Washington mientras el 14 de agosto del mismo año, EEUU hizo lo propio en La Habana.