De acuerdo con la autora del libro 'Drone Warfare: Killing by Remote Control' —Guerra de drones: matando por control remoto, en español—, los únicos acuerdos que logró firmar su Administración sin realizar bombardeos fueron el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Cuba y la firma del acuerdo nuclear iraní.
Según la experta, a pesar de que Obama prometió acabar con las guerras desatadas por la Administración Bush y reducir el número de militares estadounidenses desplegados en Afganistán e Irak, aumentó el número de las llamadas 'guerras aéreas' y de las operaciones especiales en casi todo el mundo.
Según la autora del artículo, en 2016, EEUU llevó a cabo operaciones especiales en 138 países del mundo —el 70% de todos los Estados que existen—. De acuerdo con Benjamin, se trata de un "salto asombroso" del 130% en comparación con las operaciones de este tipo ordenadas por la Administración Bush.
De acuerdo con Benjamin, a pesar de que los ataques llevados a cabo por Obama tenían el beneplácito del Congreso como consecuencia de los atentados del 11 de septiembre de 2001, la situación actual no tiene nada que ver con la lucha contra Al Qaeda.
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Mientras tanto, el terrorismo está cobrando cada vez más fuerza. La experta subraya que los bombardeos efectuados por EEUU dejaron "un gran número" de víctimas civiles. Por ejemplo, el bombardeo sobre el hospital de la ONG Médicos Sin Fronteras, situado en la ciudad afgana de Kunduz, —que causó 42 víctimas y 37 heridos—, así como las muertes de 116 civiles en Pakistán, Yemen, Somalia y Libia en el período 2009-2015, son una clara evidencia de que el premio Nobel de la Paz no resulta ser tan pacífico como parecía.
Además, según los defensores de los derechos humanos de la Oficina de Periodismo de Investigación (Reino Unido), la cifra real de víctimas es al menos seis veces más alta y sería de miles de civiles asesinados en los bombardeos llevados a cabo por EEUU.