El responsable de la seguridad del estado explicó que se tomó la decisión después de que llegaran varias cartas de presos acusándole.
"Cuando llegaron las cartas fue apartado (…) Tenemos que tener cierto cuidado en este momento de crisis, si hay un mínimo indicio puede ser apartado en cualquier momento", dijo, dando a entender que la situación es provisional.
En las imágenes divulgadas poco después de las muertes se podía ver a varios presos ostentando armas de gran porte, desde cuchillos hasta fusiles.
La situación sigue tensa en las cárceles de Manaos; este martes un grupo de 20 presos fue trasladado a dos cárceles diferentes para proteger su integridad física y cien agentes de la Fuerza Nacional llegaron para reforzar la seguridad de la cárcel Anísio Jobim.