"Hemos de matar al terrorista, demoler su casa y expulsar a su familia", ha recalcado Galant, quien ha añadido que esta posición ya se la ha comunicado al gabinete de seguridad que se reunió poco después del ataque del mediodía de ayer en el sector ocupado de Jerusalén.
El exgeneral es partidario de que los "terroristas" sean expulsados a Siria y de que se supriman los beneficios que tengan sus familias.
"No puede ser que el Estado de Israel pague la seguridad social y sus beneficios y apoyos a la familia de quien comete un ataque terrorista", insistió Galant en declaraciones al Yediot Ahronot.
Según algunos familiares, Fadi al Qanbar no era muy religioso aunque rezaba cotidianamente, y no militaba en la organización islamista Hamás. Era padre de cuatro hijos, tenía 28 años y residía en Yabal Muqabbar, un barrio situado en el sector ocupado de Jerusalén, no muy lejos del lugar en el que atropelló con su camión a un grupo de soldados.
"Está claro lo que hemos de hacer. Hemos de matarlo, demoler su casa y expulsar a su familia. Y a su familia no debería expulsársela a Gaza sino a Siria", dijo Galant.
Esta mañana ha tenido lugar el de Erez Orbach, de 20 años, vecino de una colonia judía de los territorios ocupados situada al sur de Jerusalén. Orbach estudió en una escuela hesder, donde los alumnos combinan estudios talmúdicos con prácticas militares.
Los funerales de las tres soldados muertas el domingo se celebrarán a lo largo de la tarde del lunes.
Las cuatro víctimas se hallaban todavía en el periodo de instrucción y no habían completado los entrenamientos básicos. Formaban parte de un contingente de unos 80 soldados que visitaban un lugar turístico justo al sur de Jerusalén, en la colonia judía de Armon Hanatsiv.