En el artículo publicado en el medio británico The Conversation, Adrian Campbell, de la Universidad de Birmingham, afirma que actualmente Rusia, Turquía e Irán son aliados naturales pese a las discrepancias que tenían y que puedan tener entre ellos.
De hecho, las discrepancias entre los tres existieron durante la época de la URSS, especialmente relacionadas con el hecho de que Turquía fuera miembro de la OTAN. Así como durante la guerra de Afganistán, cuando Teherán respaldó a los islamistas. Recientemente, las relaciones han sido afectadas por el conflicto en Siria, pero, por otro lado, el mismo conflicto ha sido capaz de elevar las relaciones entre los tres países hasta un nivel de un cierto 'triunvirato'.
Otro rasgo que tienen en particular los tres países y que los une, es el carácter de sus relaciones con los países occidentales.
"Occidente ejercía una influencia significativa en los tres países, pero ellos nunca han estado bajo su control… En los tres tuvieron lugar intentos de modernización y 'westernización' impuestos de arriba abajo, junto con la consecuente 'deswesternización' y regreso a lo que se consideraba como las formas tradicionales de la cultura política", resalta Campbell.
"En Turquía, Rusia e Irán la política y la política exterior se define, en gran medida, por sus relaciones ambiguas con Occidente y su enfrentamiento a la globalización. Además, su experiencia común les posibilita encontrar un entendimiento mutuo a su comportamiento, así como solucionar los problemas de cada uno. Con este beneficio, se pueden mover rápidamente de la situación del conflicto a la cooperación", apunta.