"Evitamos la fuga en masa de todos los presos, la muerte de todos los presos, la muerte de rehenes; eso fue un súper éxito; hubo 12 rehenes secuestrados y 12 rehenes liberados", recordó el coronel Oliveira Filho, adjunto del Centro Integrado de Comando y Control (CICC) del gobierno de Amazonas.
La gestión del motín de la cárcel Anísio Jobim —donde se produjo la masacre que costó la vida a 56 presos— y las fugas en ésta y en otras tres unidades penitenciarias están generando roces entre el gobierno de Amazonas y el gobierno federal.
Lea más: "Nunca vi algo tan horrible", dice juez que negoció con los presos en el motín de Manaos
Mientras que los responsables del gobierno del estado cargaron toda la responsabilidad sobre la lucha entre facciones de narcotráfico el ministro de Justicia del gobierno federal, Alexandre de Moraes, matizó que había otros muchos factores a tener en cuenta, como la mala gestión de la cárcel.