En el experimento, llevado a cabo por científicos de la Universidad Carolina (República Checa) y la Universidad de Stirling (Reino Unido), participaron 42 hombres, a los que dividieron en tres grupos.
Posteriormente, 82 mujeres, que también participaron en el experimento, calificaron la simpatía, el atractivo y la masculinidad de los hombres basándose en el olor que tenían sus muestras de sudor. Como resultado, los participantes del experimento que habían comido unos cuatro dientes de ajo crudo o 12 gramos de ajo en cápsulas fueron percibidos como más atractivos e interesantes que los que no habían consumido este producto.
"Nuestros resultados indican que el consumo de ajo puede tener efectos positivos en las sensaciones derivadas de la percepción del olor corporal debido a sus efectos sobre la salud", opina el líder del estudio, Craig Roberts. Una cualidad que se sumaría a los efectos antioxidantes y bactericidas que posee la planta.