"Hoy comienza la transición hacia la estadidad", dijo el 8 de noviembre cuando triunfó en las elecciones a gobernador.
Rosselló fue elegido con 41.76% de los votos, superando al candidato del Partido Popular Democrático, David Bernier, quien obtuvo 38,94% de los sufragios.
Pero la crítica situación económica que atraviesa la isla, con una deuda pública cercana a los 70.000 millones de dólares que se ha mostrado favorable a saldar, probablemente obligue a Rosselló a poner todas sus energías en negociar con los acreedores.
En este sentido, el gobernador ha dicho que un recorte de la abultadísima deuda pública del país deberá formar parte de las conversaciones.
"Lo hemos establecido y así también los acreedores lo reconocen", señaló semanas atrás desde Nueva York, en el marco de diversas reuniones que mantuvo con varios tenedores de bonos, según una nota del periódico El Nuevo Día.
A esto se le deben sumar casi 1.000 millones de dólares cuyos vencimientos comienzan en marzo.
Las actuales autoridades han advertido que si no se corren los plazos, las arcas del Gobierno quedarán literalmente vacías.
La deuda pública de Puerto Rico se estima en más de 68.000 millones de dólares, y aunque el anterior gobernador, Alejandro García Padilla, la calificó de "impagable", Rosselló aseguró que la actitud de su Administración será diferente y que no tendrá como política pública "el impago".
Sin embargo este 2 de enero el nuevo gobernador juró para comenzar oficialmente su gestión y empezar a encarar sin descanso la complicada situación que afecta la isla caribeña.
"Estos van a ser unos años de un Gobierno que va a trabajar incansablemente, sin compasión en atender los retos", aseguró Rosselló en declaraciones recogidas por el diario El Nuevo Día.
El juramento realizado al minuto de iniciado su mandato, Rosselló participará a partir de las 10:00 hora local (14:00 GMT) del acto de asunción oficial.
"Hay algunas cosas que voy a hacer desde el primer día", aseguró el gobernador, quien agregó que "en vez de que solamente sea celebración, la toma de posesión, es un día de trabajo".
No obstante la declarada intención de hacer frente a las obligaciones, el nuevo gobernador ha sido consistente en solicitar que Washington intervenga en la búsqueda de soluciones para la situación fiscal de la isla.
Nacida en el marco de la ley Promesa (acrónimo inglés de ley para la supervisión, administración y estabilidad económica de Puerto Rico), la JSF, compuesta por siete integrantes, podrá definir el presupuesto y las tasas de impuestos en el país caribeño.
Según expresó el propio Rosselló, la junta no se ha manifestado respecto a solicitar la colaboración del gobierno federal.
Puerto Rico es un estado libre asociado a EEUU desde 1952.