En la actualidad los F-35 se someten a pruebas en el espacio abierto, así como en simuladores, con fin de "prepararse para un combate contra los mejores sistemas de defensa existentes actualmente o los que serán construidos en el futuro".
Los militares estadounidenses consideran a los sistemas antimisiles rusos S-300 como una de las principales amenazas. Al mismo tiempo, son el principal motivo para el lanzamiento del programa Joint Strike Fighter, que busca modernizar la flota de la aviación de bombarderos y cazas de todas las secciones de las Fuerzas Armadas, indica la nota.
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Los diseñadores del caza esperan que el novedoso avión pueda adaptarse de manera rápida a las amenazas de nuevo tipo gracias a su 'arquitectura abierta'. Según el proyecto, el caza será capaz de integrar lo más novedoso en aviónica, software y armas, en función de la aparición de nuevas tecnologías.
Según Harrigian, la gerencia de las Fuerzas Aéreas se prepara para un enfrentamiento poco probable contra Rusia o China, mientras en realidad hay que preocuparse más por una posible tensión "con los adversarios que han comprado los sistemas de misiles de los rusos o de los chinos".