"Teóricamente, la aparición de estos aviones debería jugar un papel importante a la hora de cambiar el equilibrio de fuerzas en el océano Pacífico e incrementar las posibilidades [por parte de EEUU] de ejecutar una estrategia aérea y naval contra las unidades del Ejército chino en la región", explica el experto.
Los cazas invisibles estadounidenses podrían atacar centros de comando y de comunicación de las fuerzas chinas, mientras que los portaviones estarían a una distancia relativamente segura de las costas de China. A pesar de que los misiles balísticos antibuque chinos como el DF-21D y el DF-26D pueden recorrer distancias de hasta 4.000 kilómetros —distancia superior a la capacidad de vuelo de los F-35—, el hecho de que los portaviones se encuentren a mayor distancia dificulta su detección y su vigilancia.
Los portaviones chinos, además, no son una amenaza para EEUU. A la hora de vigilar y destruir grupos aéreos norteamericanos, los chinos van a usar, ante todo, sus misiles balísticos antibuque, sus submarinos y sus fuerzas aéreas emplazadas en tierra, señaló el experto.
Además, China desarrolla diversos drones de vigilancia, así como satélites de exploración, por no hablar de sus cazas J-20 de quinta generación, que a pesar de ser más grandes y pesados que los F-35, tienen una gran capacidad de ataque con sus misiles antibuque.
Esto significa, resumió el experto, que el F-35, que fue pensado originalmente para realizar ataques contra objetivos en tierra, puede no ser la herramienta más adecuada para la situación actual en la parte occidental del océano Pacífico, donde, en caso de conflicto, tendrá que enfrentarse a misiles antibuque, cazabombarderos de largo alcance, cazas invisibles y misiles hipersónicos.
El #F35 podría ser una presa fácil para la defensa antiaérea rusa https://t.co/8tAJV1NA8R pic.twitter.com/HC1VLcfCpH
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 8 июля 2016 г.
"El F-35 es, sin duda, un avión intachable y de vanguardia. Pero fue creado basado en criterios estratégicos profundamente erróneos de los años 90, según los cuales la superioridad de EEUU en mar y aire estaba garantizada bajo cualquier circunstancia. Nos queda ver si los norteamericanos logran resolver estos problemas en las nuevas condiciones", concluyó Kashin.
