El acuerdo de la 'troika' —Rusia, Irán y Turquía— acerca del alto al fuego en Siria señala el fracaso de estas prognosis y muestra que es Rusia y no Estados Unidos quien "está al mando en Oriente Medio".
A juzgar por el pasado, muchos predicen que los armisticios no son estables y no llevan a las negociaciones de paz, subraya el artículo. Sin embargo, agrega, las iniciativas de paz de Rusia y Turquía disponen de un trasfondo favorable. En la situación actual se combinan cuatro factores claves: la población de Siria está agotada por la guerra, hay cambios de equilibrio militar, los papeles de los jugadores clave también están reconsiderados así como la composición de las alianzas diplomáticas.
En esta situación los rebeldes solo van a contar con sus fuerzas y con el apoyo de los países de golfo Pérsico, pero en realidad esta opción no parece tan prometedora ya que Arabia Saudí, que ya sabe el precio de la guerra en Yemen, no va a interferir en el conflicto sirio sin EEUU, informa el medio.
Rusia por su parte recibe reverencias de los aliados tradicionales de EEUU en la región: por ejemplo, inversiones de Catar que destinó fondos a las acciones de la empresa petrolera rusa Rosneft a pesar de que la compañía forma parte de la lista de los sancionados por EEUU.
Además, las partes en negociaciones tendrán que decidir cuáles son los grupos armados que pueden participar en ellas, y si se puede invitar a Arabia Saudí que tiene relaciones inamistosas con Irán.