El Gobierno británico de aquella época se mostró altamente alarmado por la llegada del 'crack' a las calles del país y varios representantes gubernamentales asociaron la propagación de la droga con la comunidad negra.
Lord Rothschild sugirió el uso de tácticas "encubiertas" y aerosoles aéreos para introducir un insecto que atacaría los cultivos de coca, necesaria para producir 'crack'.
"Suponiendo que exista tal plaga o la opción de producirla, surge la pregunta de cómo introducirla en los territorios precisos de los distintos países involucrados [en el cultivo]", escribió Rothschild en una carta dirigida a Thatcher.
Junto a esta carta se encontraba una nota manuscrita de la propia primera ministra en la que decía: "Estoy haciendo discretas gestiones sobre esto a través del asesor científico John Fairclough. Mientras tanto, hay que apuntar la sugerencia de lord Rothschild".
Por el contrario, la bióloga Ashley Morton, que contactó con Thatcher y le propuso el uso de una polilla endémica de la zona para controlar la producción de cocaína en Perú, recibió la siguiente respuesta: "La posición del Gobierno es que solo las autoridades peruanas pueden decidir sobre el uso de medidas de control biológico en Perú".