"Es sorprendente cómo se han hundido las relaciones entre EEUU y Rusia; recuerdan a cómo estaban al final del mandato del presidente Bush en 2008", dijo Radnitz.
Bush también presionó para ofrecer el ingreso de Georgia y Ucrania a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en una cumbre celebrada en Bucarest en abril de 2008.
Ese paso tuvo relación con el conflicto entre Georgia y las regiones separatistas de Abjasia y Osetia del Sur, en el que intervino Rusia para proteger a la población rusófona y que culminó con el reconocimiento ruso de la independencia de las dos regiones el 26 de agosto de 2008.
Radnitz, quien también es profesor de la Escuela de Estudios Internacionales Henry M. Jackson, añadió que "esta vez, sin embargo, (el presidente electo de EEUU) Trump podría reorientar las relaciones entre EEUU y Rusia para mejor, pero posiblemente a expensas de los intereses estadounidenses".
El jueves el presidente saliente Barack Obama impuso sanciones contra cinco entidades y seis ciudadanos de Rusia y expulsó a 35 diplomáticos de ese país, por la supuesta interferencia de Moscú en las elecciones estadounidenses.
"Muchos percibirán esta medida (de Obama) como escasa y tardía", aseguró Radnitz, agregando que "una vez que Trump asuma el cargo, puede revertirla si así lo desea".
Sin embargo, el presidente saliente "ha sido criticado por un abordaje liviano de Rusia dada la magnitud de su esfuerzo para influir en las elecciones estadounidenses", dijo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, calificó de mito e histeria las denuncias de la supuesta influencia de Moscú en los comicios presidenciales de Estados Unidos.
A su vez, el Kremlin se abstuvo de responder con medidas similares ante la expulsión de sus diplomáticos.