"Se han firmado tres documentos, el primero entre el Gobierno de Siria y la oposición armada, para un alto el fuego en el territorio de la República Árabe de Siria; el segundo, sobre un conjunto de medidas para verificar el cese del fuego; y el tercero, que anuncia la disposición para empezar negociaciones de paz", dijo Putin al reunirse con los ministros de Exteriores y de Defensa rusos.
Según el mandatario ruso, "es un acontecimiento que no solo hemos esperado durante largo tiempo sino que también hemos intentado acercar".
"Todos los acuerdos logrados, lo entendemos perfectamente, son muy frágiles, requieren de una atención especial, paciencia, actitud profesional y contacto permanente con nuestros socios", destacó Putin.
"Recientemente Moscú acogió una reunión de los ministros de Exteriores de Rusia, Turquía e Irán y los tres países se comprometieron a verificar y garantizar el proceso de paz en Siria", dijo Putin en una reunión con los ministros rusos de Exteriores y de Defensa.
Además, Putin llamó a Damasco, la oposición y países de la región a apoyar los acuerdos alcanzados y acudir a las negociaciones en Astaná.
"Llamo al Gobierno de la República Árabe Siria, los grupos de la oposición armada y todos los países de la región, implicados en el conflicto y que tienen influencia en las partes del conflicto a respaldar los acuerdos logrados y tomar parte de manera más activa en las negociaciones planeadas en la capital kazaja", dijo al reunirse con el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú.
Subrayó que Moscú reducirá su presencia militar en Siria pero continuará la lucha contra el terrorismo.
"Estoy de acuerdo con la propuesta del Ministerio de Defensa para reducir nuestra presencia militar en la República Siria, teniendo en cuenta que, por supuesto, continuaremos luchando contra el terrorismo internacional y apoyando al Gobierno legítimo sirio en la lucha contra el terrorismo", dijo el mandatario.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y organizaciones terroristas.
Según los datos de altos cargos de la ONU, entre 300.000 y 400.000 personas perdieron la vida en el conflicto.