"Italia intentará usar su presidencia en el G7 para hacer un aporte al desarrollo de relaciones con Rusia", dijo en rueda de prensa, agregando que Italia puede jugar un importante papel en este asunto.
No se trata de abandonar los principios, solo de renunciar a la lógica de la guerra fría, inapropiada para la actual situación, precisó.
El foro de los países más industrializados se llamó Grupo de los Ocho desde 1998, pero en 2014, tras la reunificación de Crimea con Rusia, sus participantes se negaron a ir a la ciudad rusa de Sochi y se dieron cita en Bruselas, declarando que no quieren reunirse con la delegación rusa mientras Moscú no cambie su política para Crimea.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo entonces que Moscú no hará nada para volver al G8 y actualmente señala que países occidentales "están persuadiendo a sí mismos de que es necesario reincorporar a Rusia al G8".