Según el reporte policial, los atacantes embistieron en un coche un edificio gubernamental y apuñalaron a un empleado.
Luego detonaron un artefacto explosivo que se cobró la vida de un guardia.
Tres empleados más resultaron heridos en el ataque.
China sufre el problema creciente del terrorismo uigur, la etnia minoritaria musulmana de Xinjiang que denuncia la represión de Pekín.
Por su parte, Pekín defiende el desarrollo económico de la provincia y las enormes inversiones destinadas a la mejora de sus condiciones de vida.
El Gobierno central acusa al grupo uigur Movimiento Islámico del Turkestán Este de actividades terroristas en Xinjiang, aunque en los últimos años los atentados se extendieron a otras provincias, y de reclutar combatientes para la causa yihadista en Oriente Medio.